Entrelazo: una
experiencia de reflexión sobre el abordaje del autismo infantil.
Por: Adriana
Meza.
El grupo Entrelazo,
(grupo de investigación en problemas de la subjetivación en la infancia, autismo y psicosis infantil), es un grupo de
trabajo asociado a la NEL Maracay creado en Junio del 2014 desde el cual
apuntamos a la interlocución con otros
discursos, los educadores, y los diferentes profesionales del campo de la salud
mental, los padres de niños autistas, para difundir la propuesta del psicoanálisis
como otra alternativa en el tratamiento
del autismo.
Desde este
grupo, hemos promovido reuniones
periódicas en el local de nuestra
delegación para conversar, discutir y reflexionar sobre los problemas y
preguntas que nos dividen en la práctica con niños con autismo y psicosis
infantil, con profesionales y docentes del área de la educación pre-escolar,
docentes de primaria, psicopedagogas, profesionales y estudiantes del área de
la psicología, y miembros y asociados de la Nel Maracay, interesados en el tema
del autismo.
Pensamos en la
importancia de conversar, discutir, compartir y reflexionar acerca de las
experiencias y obstáculos de cada uno en su área, para el abordaje del niño con
autismo y otros problemas de la subjetivación.
Comenzamos a
reunirnos con regularidad en Octubre de 2015, convocando telefónicamente a las
docentes, psicopedagogas y psicólogas, quienes en otras reuniones y actividades
en nuestra delegación habían comentado sus inquietudes y sus dificultades en el abordaje de niños autistas, desde las
diferentes áreas de su práctica profesional.
Al comenzar, las
asistentes plantearon varias preguntas y problemas que nos convocarían al
trabajo en sucesivas reuniones. Uno de los
problemas más frecuentes se refiere a las dificultades que presenta para estas
profesionales la relación con los padres de los niños con autismo. “Muchas
veces”, dicen las docentes, “la negativa de los padres de asumir las
dificultades subjetivas del niño, impiden seguir las indicaciones que les
hacemos, y/ o cumplir con las referencias a profesionales de salud y salud
mental que les indicamos”. ¿La pregunta
es, entonces, cómo hacer con esta negativa de los padres? Los psicoanalistas
también nos encontramos con esta problemática en nuestra práctica. Desde nuestra
experiencia y la práctica del psicoanálisis surgieron ideas que permitieron plantear
y aclarar que para el psicoanálisis, no existe de un abordaje estandarizado,
igual para todos. Se trata más bien de un hacer diferente en cada caso. Desde
el psicoanálisis destacamos la importancia de preguntarnos por la posibilidad
de encontrarnos con angustia de los padres ante las dificultades del niño. Esta
pregunta hace posible la reflexión acerca de que la angustia puede estar
presente en los padres que se niegan a colaborar. Se habló también de que algunas maestras o docentes pueden presentar
angustia ante el no saber hacer con el niño, y podría ser esa la causa de que
se tornen indiferentes, tapando así el verdadero problema en su práctica con estos
niños.
Planteamos que el
psicoanálisis permite dar cuenta del desafío que representa en diferentes
campos de saber, la práctica con estos niños, pues allí se pone en juego la
dimensión humana, subjetiva, de estos niños, de sus padres y también del profesional y los padres. Esto
queda por fuera de los protocolos con que se forman los profesionales lo cual
dificulta el abordaje de estos casos.
Otro de los
problemas planteados por las docentes está relacionado con las demandas
institucionales. Por un lado, en el seguimiento de protocolos y objetivos
educativos que no se adaptan a la singularidad de cada niño. Y por otro lado,
la dificultad que implica para las
docentes de aula la posibilidad de usar su experiencia en el abordaje del niño
con estos problemas, ya que, institucionalmente no está permitido hacer nada
que no pueda ser supervisado y avalado por un protocolo educativo, o por un profesional
de la salud mental. Se sienten así inhibidas para desenvolverse en el día a día
con el niño autista. Las reuniones en este grupo les ha permitido corroborar
que el hacer desde su experiencia tendrá efectos beneficiosos para el niño si
está sostenida en el deseo. Varias
docentes contaron sobre lo que ellas hacen en sus aulas, describiendo su
experiencia. Hablaron sobre la importancia de “tener la disposición” para
encontrar la manera con la que pueden “ganar la atención” del niño con dificultades
de la subjetivación, y llegar a “ser alguien a quien ellos quieren escuchar”.
Destacaron además la importancia de la diferencia del trato que se les ofrezca
en la escuela, del trato que les ofrece la madre en su casa. En su experiencia,
en algunos casos han podido verificar los efectos en el niño al entrar en la
escuela y establecer contacto con otros niños y con las maestras que ofrecen un
lugar diferente al de la madre en la casa. Apuestan a “dar lugar al niño como
un niño más, no como un niño enfermo”. O también “creer en el niño”, apostando
a que “no es él quien está mal”, permitiendo así a sus compañeros, y a las
otras maestras y al resto del personal, a “tener confianza en el niño”. Los
psicoanalistas entendemos que, este modo de hacer de algunas docentes, permite
un lugar a la producción singular del niño, dar lugar a su mundo, es una manera
de usar esta producción para apoyarse en ellas “para extender este interés en
otros campos”.[1]
Algunas maestras
plantearon que las reuniones en Entrelazo les permitió reflexionar sobre su
práctica debido a que estaban iniciándose en el área y “temían errar” en el
abordaje del niño. Suponen encontrar referencias en la experiencia que sus
compañeras y los psicoanalistas comparten en estas reuniones. Algunas van en
busca de “herramientas” ante las dificultades en la práctica con estos niños.
Otras se preguntan sobre la posibilidad de construir “estrategias para que el
niño desarrolle todo su potencial”.
Nos pareció
importante y así lo hemos destacado los psicoanalistas, el hecho de que en
algunas reuniones, ha surgido la pregunta, en algunas docentes, acerca de su
propia posición con el niño, si ésta
podría representar un obstáculo para el
avance del niño en el abordaje psicopedagógico o en el aula. Las demandas
institucionales apremian efectos del tratamiento de la psicopedagogía y sus
recomendaciones para ubicarlo en una escuela especial o una escuela regular.
Ante este apremio institucional, surgió par algunas docentes la pregunta acerca
de sus propias dificultades subjetivas en relación con los efectos del
tratamiento en el niño: “¿es algo que yo hago o no hago con el niño, lo que le
impide avanzar?”, Y si es así, “¿cómo responder a la demanda, al apuro
institucional?”
A los
psicoanalistas a cargo del grupo, nos tocó destacar el “saber hacer” de cada
una, el cual dada la experiencia, puede ubicarse más allá de las indicaciones
de los manuales educativos y teóricos. En ese caso, sería un “saber hacer” del
lado del deseo, a partir del cual se puede dar lugar a la singularidad del
niño.
Es desde el
psicoanálisis que podemos hacer énfasis al deseo en la práctica; el deseo a
partir del que se puede dar lugar a la singularidad del acto en la práctica con
niños.
Del trabajo realizado a lo largo de las
reuniones surgió una nueva actividad: las docentes y psicopedagogas están
dispuestas a presentar sus casos, aquellos que les permite transmitir una experiencia;
o mejor aún, aquellos que le generan preguntas, dificultades, para los que
accedieron a una supervisión con los psicoanalistas de Entrelazo, quienes serán
los discutidores en cada ocasión.
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[1] http://ampblog2006.blogspot.com/2016/01/conferencia-eric-laurent-los-autistas.html
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