viernes, 11 de marzo de 2016

Entrelazo: una experiencia de reflexión sobre el abordaje del autismo infantil, por Adriana Meza



Entrelazo: una experiencia de reflexión sobre el abordaje del autismo infantil.
Por: Adriana Meza.

El grupo Entrelazo, (grupo de investigación en problemas de la subjetivación en la infancia,   autismo y psicosis infantil), es un grupo de trabajo asociado a la NEL Maracay creado en Junio del 2014 desde el cual apuntamos a  la interlocución con otros discursos, los educadores, y los diferentes profesionales del campo de la salud mental, los padres de niños autistas, para difundir la propuesta del psicoanálisis como otra alternativa  en el tratamiento del autismo.

Desde este grupo, hemos promovido reuniones  periódicas  en el local de nuestra delegación para conversar, discutir y reflexionar sobre los problemas y preguntas que nos dividen en la práctica con niños con autismo y psicosis infantil, con profesionales y docentes del área de la educación pre-escolar, docentes de primaria, psicopedagogas, profesionales y estudiantes del área de la psicología, y miembros y asociados de la Nel Maracay, interesados en el tema del autismo.

Pensamos en la importancia de conversar, discutir, compartir y reflexionar acerca de las experiencias y obstáculos de cada uno en su área, para el abordaje del niño con autismo y otros problemas de la subjetivación.

Comenzamos a reunirnos con regularidad en Octubre de 2015, convocando telefónicamente a las docentes, psicopedagogas y psicólogas, quienes en otras reuniones y actividades en nuestra delegación habían comentado sus inquietudes y sus dificultades  en el abordaje de niños autistas, desde las diferentes áreas de su práctica profesional.

Al comenzar, las asistentes plantearon varias preguntas y problemas que nos convocarían al trabajo en sucesivas reuniones.  Uno de los problemas más frecuentes se refiere a las dificultades que presenta para estas profesionales la relación con los padres de los niños con autismo. “Muchas veces”, dicen las docentes, “la negativa de los padres de asumir las dificultades subjetivas del niño, impiden seguir las indicaciones que les hacemos, y/ o cumplir con las referencias a profesionales de salud y salud mental que les indicamos”.  ¿La pregunta es, entonces, cómo hacer con esta negativa de los padres? Los psicoanalistas también nos encontramos con esta problemática en nuestra práctica. Desde nuestra experiencia y la práctica del psicoanálisis surgieron ideas que permitieron plantear y aclarar que para el psicoanálisis, no existe de un abordaje estandarizado, igual para todos. Se trata más bien de un hacer diferente en cada caso. Desde el psicoanálisis destacamos la importancia de preguntarnos por la posibilidad de encontrarnos con angustia de los padres ante las dificultades del niño. Esta pregunta hace posible la reflexión acerca de que la angustia puede estar presente en los padres que se niegan a colaborar. Se habló también de que  algunas maestras o docentes pueden presentar angustia ante el no saber hacer con el niño, y podría ser esa la causa de que se tornen indiferentes, tapando así el verdadero problema en su práctica con estos niños.

Planteamos que el psicoanálisis permite dar cuenta del desafío que representa en diferentes campos de saber, la práctica con estos niños, pues allí se pone en juego la dimensión humana, subjetiva, de estos niños, de sus padres  y también del profesional y los padres. Esto queda por fuera de los protocolos con que se forman los profesionales lo cual dificulta el abordaje de estos casos.

Otro de los problemas planteados por las docentes está relacionado con las demandas institucionales. Por un lado, en el seguimiento de protocolos y objetivos educativos que no se adaptan a la singularidad de cada niño. Y por otro lado, la dificultad que implica para  las docentes de aula la posibilidad de usar su experiencia en el abordaje del niño con estos problemas, ya que, institucionalmente no está permitido hacer nada que no pueda ser supervisado y avalado por un protocolo educativo, o por un profesional de la salud mental. Se sienten así inhibidas para desenvolverse en el día a día con el niño autista. Las reuniones en este grupo les ha permitido corroborar que el hacer desde su experiencia tendrá efectos beneficiosos para el niño si está sostenida en el deseo.  Varias docentes contaron sobre lo que ellas hacen en sus aulas, describiendo su experiencia. Hablaron sobre la importancia de “tener la disposición” para encontrar la manera con la que pueden “ganar la atención” del niño con dificultades de la subjetivación, y llegar a “ser alguien a quien ellos quieren escuchar”. Destacaron además la importancia de la diferencia del trato que se les ofrezca en la escuela, del trato que les ofrece la madre en su casa. En su experiencia, en algunos casos han podido verificar los efectos en el niño al entrar en la escuela y establecer contacto con otros niños y con las maestras que ofrecen un lugar diferente al de la madre en la casa. Apuestan a “dar lugar al niño como un niño más, no como un niño enfermo”. O también “creer en el niño”, apostando a que “no es él quien está mal”, permitiendo así a sus compañeros, y a las otras maestras y al resto del personal, a “tener confianza en el niño”. Los psicoanalistas entendemos que, este modo de hacer de algunas docentes, permite un lugar a la producción singular del niño, dar lugar a su mundo, es una manera de usar esta producción para apoyarse en ellas “para extender este interés en otros campos”.[1]

Algunas maestras plantearon que las reuniones en Entrelazo les permitió reflexionar sobre su práctica debido a que estaban iniciándose en el área y “temían errar” en el abordaje del niño. Suponen encontrar referencias en la experiencia que sus compañeras y los psicoanalistas comparten en estas reuniones. Algunas van en busca de “herramientas” ante las dificultades en la práctica con estos niños. Otras se preguntan sobre la posibilidad de construir “estrategias para que el niño desarrolle todo su potencial”.

Nos pareció importante y así lo hemos destacado los psicoanalistas, el hecho de que en algunas reuniones, ha surgido la pregunta, en algunas docentes, acerca de su propia posición con el niño,  si ésta podría  representar un obstáculo para el avance del niño en el abordaje psicopedagógico o en el aula. Las demandas institucionales apremian efectos del tratamiento de la psicopedagogía y sus recomendaciones para ubicarlo en una escuela especial o una escuela regular. Ante este apremio institucional, surgió par algunas docentes la pregunta acerca de sus propias dificultades subjetivas en relación con los efectos del tratamiento en el niño: “¿es algo que yo hago o no hago con el niño, lo que le impide avanzar?”, Y si es así, “¿cómo responder a la demanda, al apuro institucional?”

A los psicoanalistas a cargo del grupo, nos tocó destacar el “saber hacer” de cada una, el cual dada la experiencia, puede ubicarse más allá de las indicaciones de los manuales educativos y teóricos. En ese caso, sería un “saber hacer” del lado del deseo, a partir del cual se puede dar lugar a la singularidad del niño.

Es desde el psicoanálisis que podemos hacer énfasis al deseo en la práctica; el deseo a partir del que se puede dar lugar a la singularidad del acto en la práctica con niños.

Del trabajo realizado a lo largo de las reuniones surgió una nueva actividad: las docentes y psicopedagogas están dispuestas a presentar sus casos, aquellos que les permite transmitir una experiencia; o mejor aún, aquellos que le generan preguntas, dificultades, para los que accedieron a una supervisión con los psicoanalistas de Entrelazo, quienes serán los discutidores en cada ocasión.
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[1]  http://ampblog2006.blogspot.com/2016/01/conferencia-eric-laurent-los-autistas.html

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