DE LA CLÍNICA ESTRUCTURAL A LA CLÍNICA BORROMEA
En la actualidad, la clínica presenta dificultades para el analista, tanto en relación al diagnóstico como en relación a la cura. Las estructuras ofrecen problemas para su diferenciación clínica, como efecto de la desvalorización de los ideales que podrían funcionar como límite al goce, propio de la época actual.
Las insignias fálicas sostenidas por la función de los ideales paternos ya no operan efectivamente para hacer límite al goce, lo que tiene efectos en la clínica. Esta situación conduce al analista a profundizar en la teorización de lo que llamamos la última enseñanza de Lacan, la clínica borromea, para hacer posible pensar y abordar la clínica en esta época.
Jacques Allain Miller, en el texto titulado “La psicosis ordinaria”, plantea al respecto que: (…)”la orientación creciente de la clínica por la cuestión de lo real y el aparejamiento del goce (…), da paso a la clínica borromea, contemporánea de los seminarios RSI y "Le Sinthome”, más allá de la clínica estructural, que distingue neurosis y psicosis en función de la presencia o ausencia de ese operador que es el Nombre del Padre”, dando cuenta del avance de Lacan en sus elaboraciones sobre la clínica. Y más adelante: “Nos parece más fácil, gracias a estas herramientas dar cuenta de numerosos casos clínicos y de sus posibilidades de tratamiento, preguntándonos qué mantiene juntos los tres registros R, S e I de la estructura, o qué podría mantenerlos juntos, que orientándonos solamente por la forclusión”. Ese “más allá” propio de la clínica actual es lo que marca la importanciadel reconocimiento de la estructura en cada caso, para hacer posible el diagnóstico y el abordaje en la cura, por lo que podemos plantear que la clínica borromea no es sin la clínica estructural. Es por eso, por la necesidad de reconocer la estructura que la clínica actual requiere que se presenta como necesario para el practicante el trabajo del texto del Seminario 3, “Las psicosis” de Jacques Lacan, que realizamos en la escuela desde hace varios meses.
El recorrido que hemos efectuado hasta ahora, permite decantar algunos aspectos teóricos de la clínica estructural. Lacan ubica el mecanismo que origina la estructura de las psicosis en este texto como un efecto de la relación del sujeto con el significante, dando relevancia a lo simbólico, a la función del significante, en el momento de la constitución subjetiva.
La Verwerfung (o "forclusión"), entendida como el rechazo de un significante primordial, supone Lacan, “está en la base de la paranoia”. “Se trata de un proceso primordial de exclusión de un interior primitivo, que no es el interior del cuerpo, sino el interior de un primer cuerpo significante”. Al respecto, sostiene además en el texto que, incluso para la psicosis, “el inconciente tiene estructura de lenguaje”. Desde aquí, somos conducidos a la concepción de la clínica regulada por la operación del significante del Nombre del Padre, cuyo funcionamiento permite establecer diferencias radicales entre las distintas estructuras.
En elaboraciones posteriores, el “sujeto del significante” de la clínica estructural se presenta como una polaridad frente al “sujeto del goce”, propio de la época actual, tal como lo formula Miller en el texto sobre las Psicosis ordinarias que antes mencionamos.
UNA INVITACIÓN A PRODUCIR DESDE LA PROPIA PREGUNTA
Para proseguir el Seminario Textos, invitamos ahora a los participantes a continuar la lectura del texto de Lacan apuntando a responder lo que para cada quien se haya planteado como problema en la práctica, y desde allí, inscribir en la escuela algunas elaboraciones para dar cuenta, en un esfuerzo de transmisión, de lo que para cada quien ha permitido un avance en el psicoanálisis. Estas elaboraciones de los participantes podrán ser presentadas en espacios que abriremos a tal fin, comenzando por la modalidad del Coloquio-Seminario, cuya fecha se anunciará con antelación.
Nos anima en esta invitación la posibilidad de inscripción del deseo en la escuela como acto esencial en la formación del analista, fundamentándonos en“lo que no hay por qué velar (…): las exigencias profesionales, cada vez que éstas llevan al analista en formación a contraer una responsabilidad por poco que sea analítica”, tal como Lacan lo plantea en el Acta de fundación de 1964.
Adriana Meza
La idea el Coloquio-seminario es estupenda. La experiencia del año pasado de Coloquio-seminario como cierre del seminario de textos (en esa ocasión con el Seminario 11) fue sumamente provechosa. Previamente habíamos tenido la experiencia de un coloquio-seminario con el texto de Lacan "Psicoanálisis y medicina", muy interesante también (por cierto, sería oportuno publicar una entrada que el texto explicativo sobre lo que es un Coloquio-seminario que se entregó en esa primera ocasión).
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